lunes, 19 de julio de 2010

Maldito Colacao

La otra noche me desperté de golpe, no podra decir exactamente porque, quizás fueron las gotitas que chocaban contra mi ventana, o algún transeunte que pasó bajo mi casa, o simplemente la ausencia de tus ronquidos. Dios, nunca pensé que los echaria de menos. Supongo que es otro contra en la hoja del frigorifico. Y los contra vencen a los pros de tu ausencia.
En vista de que mi mente estaba reacia a volver a conciliar el sueño, decidí levantarme, hacia demasiado frio, y ya no tenia tus zapatillas para calzarme. Tras ver como mi taza de leche con cacao da vueltas dentro del microondas empiezo a fantasear que quizás vuelvas. Quízas solo fue una pesadilla y tu unicamente estás de viaje, un viaje que te traerá de vuelta hacia a mí. Pero con la campanilla avisandome de que mi cola-cao está listo, vuelvo a la realidad. Y respiro hondo antes de decir en un susurro: ya no volverás. Duele demasiado. Siempre pensé que este sofá era demasiado grande, incluso cuando estabas tu. Ahora no tengo el valor de desacerme de él. Es de lo poco que me quedá de una vida plena, esa vida que imaginé contigo. En el momento en que me quemo la lengua con el cacao me viene a la cabeza una pregunta. ¿porque sigo aquí? Todo me recuerda a tí a ese sueño, ese mundo perfecto que habia construido junto a tí. ¿Por qué narices no me voy? Tu recuerdo me contesta: "Eres masoquista",

No hay comentarios:

Publicar un comentario